domingo, 23 de noviembre de 2008

André Bretón


Fecha de nacimiento: 18 de febrero de 1896
Fecha de fallecimiento: 28 de septiembre de 1966
Origen: Tinchebray (Orne), Francia
Actividad: Crítico, poeta y revolucionario
Época: Contemporánea

Poeta y crítico francés, fue uno de los jefes del movimiento surrealista. Uno de los guardianes de la religión católica. Poetas, literatos y artistas, los integrantes del grupo surrealista, le llamaron maestro del pensamiento.

Originario de Pinchebray (Orne), André nació en 1896. Dentro de su desarrollo como profesional se desempeñó en la medicina y trabajó en hospitales de la ciudad; fue uno de los pioneros del movimiento psiquiátrico. Desde los 19 años, enfocó sus trabajos de neurocirugía de acuerdo a los postulados teóricos de Sigmund Freud.

En París, incursionó en las artes y la literatura. Infundió sus exigencias a toda una comunidad de poetas y artistas del movimiento surrealista, un partido poético creado con la misma fe que se pone en un partido revolucionario; Bretón, simple animador de vanguardia, fue un tipo de escritor que los intelectuales jóvenes buscan y raramente encuentran: el antipadre. Un maestro, con quien uno se sentía inmunizado para siempre contra toda clase de conformismo.

Fue un hombre que se mostraba tímido, pero muy amigable, fraternal, cortés y atento. Inquieto, reflejaba soledad, pero sabía reír como un niño, irresistiblemente. De gran sensibilidad introvertida, nunca habló de su infancia, de su adolescencia, ni de su familia ni educación; aunque era capaz de criticar con aspereza. Su escritura siempre clara y aplicada, capaz de transmitir sentimientos y conmover a los lectores de sus poemas.

La poesía de André Bretón comienza en el momento en que, escucha hablar a su mujer y su hija de la noche, ambas sentadas a la mesa frente a él, en un hotel cualquiera de Finistére. Pero comienza igualmente en el momento cuando, muy joven, escribe su primera carta a Paul Valéry, en el momento en que firma con Trotsky por un arte revolucionario independiente; en el momento en que, más tarde, se embarca hacia las Antillas, luego de la prohibición de Fata Morgana y de la Antología del humor negro por la policía de Vichy, en el momento en que toma la palabra en el acto de Mundo Libertario para defender en plena guerra de Argelia a los objetores de conciencia, en el momento, también, cuando nuevamente sentado frente a una mesa, en otro hotel de Finistére, recorta un artículo del Telegrama del Oeste titulado: “Alain es cada día el pequeño pulgarcito del bosque de Huelgoat, para los vecinitos que él conduce a la escuela”, que regala a ese amigo al cual acaba de ponerle una dedicatoria en el margen. Bretón es continuamente poeta, como el aire es continuamente el aire, incluso si se vuelve lluvia, nieve o neblina", así lo aseguró Alain Jouffroy.

Escribió su primera obra llamada Los campos magnéticos, exploró las posibilidades de la hipnosis, estableció la belleza del movimiento en el primer manifiesto surrealista. Su novela llamada Nadia, fue considerada como una de las mejores obras, inspirada en un encuentro que tuvo con una joven desconocida. Surgió gran polémica al publicarse el Segundo Manifiesto Surrealista.

Fue miembro del Partido Comunista francés y expulsó del grupo a todos los que no coincidían con sus ideas. Redactó otra vez su manifiesto, con el título Manifiesto por un arte revolucionario independiente; publicó también el tercer Movimiento Surrealista. Entre sus obras: Claro de tierra, La unión libre, El aire del agua, Estados generales, Oda a Charles Fourier.

Reunió sus artículos en los libros Pasos perdidos y Punto del día. Dejó aparte los manifiestos, escribió obras teóricas y polémicas dejando muy clara su posición política del surrealismo y cuando los surrealistas tenían razón, mostraba un interés por los lenguajes irracionales, como se refleja en el ensayo el Arte de los locos, La llave de los campos. Ayudó a valorar distintos géneros literarios y a escritores despreciados o muy poco conocidos, a la publicación de la importante antología, del humor negro y los homenajes que realizó a diversos poetas. Sencillamente estudiante de medicina, pero el más importante teórico y fundador de la escuela surrealista desde 1924, rompió con las ideas del dadaísmo; y fue uno de los primeros en experimentar técnicas autodidactas de la escritura.

Bretón aportó a la humanidad distintas obras y conocimientos, nos atrajo por sus distintas actitudes a las que se dedicó y el empeño que le ponía a su trabajo. André Bretón murió en París, el 28 de septiembre de 1966; sus restos reposan en el cementerio de Batignolles, muy cerca de la tumba de su amigo Benjamín Péret. En su losa sepulcral hay una estrella de piedra y un epitafio en francés que reza así: “Je Cherche l´or du temps”, (“Yo busco el oro del tiempo”).


Fuente electrónica:

http://redescolar.ilce.edu.mx/redescolar/publicaciones/publi_quepaso/breton.htm

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