domingo, 23 de noviembre de 2008

Julia Margaret Cameron.

Nacida en Ceylan, India en 1815, en el seno de una familia de diez hermanos, fue educada en Francia hasta los diecinueve años, en que volvió de nuevo a la India. Casada con un hombre veinte años mayor que ella, eminente jurista y plantador de té, vivió en la India hasta los treinta y tres años en que se trasladó con toda su familia a la Isla de Wight, en Inglaterra.
A su vez tuvo seis hijos y algunos más adoptados, por lo que vivía en un caserón, que siempre se encontraba lleno de poetas, artistas y científicos de la época victoriana.

Los retratos de Cameron tienen un aspecto flou muy peculiar,Se cree que por azar descubrió una combinación de elementos técnicos que le dieron como resultado la falta de nitidez, lo que se convierte en su sello artístico, la búsqueda del efecto flou -un cierto desenfoque con intención. Es este aspecto flou lo que le da el caracter poetico a sus fotografías. De ahí que sea considerada uno de los antecedentes del pictorialismo fotográfico de finales del siglo XIX.


Cuando contaba ya con cuarenta y ocho años, y con motivo de un viaje de su marido, su hija le regaló una cámara para opacar la soledad por la ausencia de su marido.
Este hecho tuvo un impacto enorme en Julia que la hizo dedicarse a la fotografía en cuerpo y alma.

Rechazaba la idea de que la cámara era un objeto para documentar en vez de para crear arte. La Literatura, el Renacimiento, la Pintura Pre-Rafaelíta y la Biblia influenciaron su obra.


Convirtió una carbonera de la casa en un improvisado laboratorio y un cuarto de niños en su estudio, y se dedicó a realizar fotografías, retratos en su inmensa mayoría, de sus familiares, amigos, criados, obligándoles en muchos casos a posar largos períodos de tiempo debido a sus investigaciones con la luz y las placas.

Se inspiró en los pintores románticos de la época para realizar sus alegorías, muchas de ellas de temas religiosos, que causaron admiración en sus convecinos, recibiendo numerosas felicitaciones por sus interpretaciones.

Según otros críticos el desenfoque sí es deliberado pues es como consigue ese aspecto poético en sus retratos. Muchas de sus fotografías están faltas de luz, ya que solo aplicaba una pobre iluminación cenital. Pero todos estos detalles constituyen el carácter de su obra. Nadie la habría convencido de que apartara un poco su cámara del rostro humano que tenía delante, su pasión acabó por convertirse en ese poético desenfoque que se admira en sus retratos.

Los críticos de su tiempo la atacaron sistemáticamente por sus defectos técnicos, pero ella siguió su sistema revelando el espiritu y los rasgos de los hombres más eminentes de su tiempo.

Llegó a exponer en la Exposición Universal de 1870, y su obra fue reconocida póstumamente, junto a la de Lewis Carroll, gracias a su reivindicación por parte de los fotógrafos del pictorialismo, así como al apoyo del grupo literario de Bloomsbury y a su sobrina nieta Virginia Woolf.


La página web de fotógrafos victorianos reúne la obra de Julia Margaret Cameron en tres grandes temas:


-Famous men and fair women-

Bajo este título se encuentran un buen número de retratos de personajes relevantes en la época y en el entorno. Para darle su sello a las fotografías, Julia Margaret Cameron trataba de revelar en qué consistía esa supuesta grandeza del individuo, de modo que éstos quedan congelados con una serenidad atemporal, un resplandor fantasmagórico. Ya que siempre tuvo una vida social bastante rica, debió aprovecharla para retratar a todos sus conocidos. Entre ellos, Sir John Herschel, un astrónomo muy interesado en la fotografía, viejo amigo de la pareja; la joven Alice Liddel, también conocida como Alicia, la de Lewis Carroll; Alfred Tennyson, el poeta; el violinista Joseph Joachim, especialista en conciertos húngaros, o Henry Taylor, amigo de Julia y poseedor de una de las barbas más pobladas que recuerdo. Esta serie de fotos es impresionante como documento histórico, pero no deja de tener una inclinación poética que se debe a la propia Cameron.


-Idylls of the king-

En Idylls of the king y otras fotografías relacionadas con temas literarios, Julia resulta muy cercana a los pintores prerrafaelistas. Fue el poeta Tennyson quien le sugirió ilustrar sus poemas, pero al parecer la idea no tuvo éxito popular. Ella, sin embargo, decidió editar un libro con sus fotografías acompañando a los textos originales. El resultado es que estas imágenes se exponen en la actualidad y que cualquiera es capaz de reconocer su encanto. Mujeres de largos cabellos y aspecto espiritual, algunas no exactamente bellas; hombres apuestos o ancianos con barbas blancas; niñas casi fantasmagóricas se reúnen y, al recrearlos, parecen suplantar a los personajes de leyenda: el rey Arturo, Guinevere o Lancelot. También hay fotografías alegóricas de estética simbolista, entre las que recomiendo, por ejemplo, Sadness, delicada y maravillosa.


-Madonnas and angelic children-

Si hay un subgénero dentro de la fotografía que pueda definirse como inquietante, es éste. Los "niños angelicales" que retrata Julia podrían haber aparecido en un portafotos de un anticuario, o en un camafeo de la época, o llamarse Joseph Caaaarmichel (mi medalla, Sagrado Corazón). Los niños son un tema muy recurrente en la represiva época victoriana. Representaban la pureza, la inocencia. En la biografía de Lewis Carroll podría especularse sobre las bases freudianas de una sociedad tan puritana como ésta: Carroll estaba obsesionado con las niñas. Julia sublima la inocencia de estos querubines vistiéndolos casi como en pinturas renacentistas. Pero muchas veces, la pureza puede resultar más aterradora, como puede verse en The first born, Beauty of holiness o Portrait of an unknown young woman (de 1866).


Un vecino y poeta amigo de la familia, Alfred Tennyson, uno de sus mayores admiradores la convenció para ilustrar uno de sus libros, situación que era muy novedosa para le época.


Aunque el libro no tuvo demasiado éxito, Julia se dedicó con ardor y tesón a ello, convenciendo a propios y extraños para posar ante su cámara en las situaciones
más extrañas y con los vestidos más estrafalarios.

Tan sólo trece años de carrera fotográfica, los Cameron regresaron a Ceylan, donde la salud de su marido y la de ella misma se resintió.
Allí sólo realizó esporádicos retratos de la gente local y de algunas celebridades que ocasionalmente les visitaban.


Falleció en 1879.




"Paul and Virginia"



Fuentes electrónicas:


http://www.elangelcaido.org/fotografos/jmcameron/jmcameronbio.html

http://www.ciao.es/Julia_Margaret_Cameron__Opinion_736522

http://es.wikipedia.org/wiki/Julia_Margaret_Cameron


Me agradan sus fotografías, y me encanta el efecto que le da en el revelado, creo que el hecho de que su afición por las fotografías haya empezado con un regalo de su hija, es bueno. Debido a que es un hobbie, y ese hobbie se convirtió en algo creativo y famoso como lo que es el pictorialismo en la fotografía. Los diversos tonos de colores que les otorga a cada fotografía me agradan, y también el contenido de las mismas (personas, poses, vestimenta y sus rostros).




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